Con la aproximación a pasos agigantados de la próxima temporada, en la división canadiense de EA se sigue horneando la que será la decimotercera entrega de un programa que, pese a todo, sigue teniendo y aumentando su legión de incondicionales.

Según todos los indicios, NHL 2005 no va a diferir demasiado de la versión del año anterior, que dio un giro bastante importante al simulador. Se trata, por un lado, de mantener el juego abierto al jugador ocasional o no experto en este complicado deporte, pero a la vez pulirlo y mejorarlo para satisfacer a los exigentes fans del deporte más ‘cool’ de la tierra.

 A partir del feed back que ha ido recogiendo EA a lo largo de este año, los programadores están trabajando en una serie de innovaciones que, por separado, pueden parecer menores, pero que pueden tener un efecto importantísimo en la jugabilidad. Por ejemplo, el patinaje. Wayne Gretzky fue un genio con el stick, Peter Forsberg tiene una visión de juego escandalosa y disparo de Mario Lemieux es demoledor, pero de poco sirve todo eso sin un patinaje fluido e inteligente.

 Traducido en bits, el patinaje en NHL 2004 era más simple que lo ganchos de una máquina de feria: derecha, izquierda, delante, detrás y poco más. Conscientes de ello, los programadores han rediseñado el engine y las animaciones de los jugadores para dotarlos de un movimiento más real y variado. Así, en NHL 2005 prometen que se podrá arrancar, acelerar, deslizarse, lanzarse por el suelo y, especialmente, patinar hacia atrás con fluidez.

La clave en todo ello es una supuesta mejora general de la Inteligencia Artificial (IA). El programa, por ejemplo, tendrá en cuenta la posición del puck y del jugador para orientarlo automáticamente. Esta nueva opción, por ejemplo, será vital en el manejo de nuestras defensas cuando se vean atacados por el center rival y sus ‘malvados’ wingers.

Otro de los borrones de NHL 2004 fue el frontón en el que se convertía a medida que se aumentaba la dificultad. Cierto que en hockey sobre hielo hay contacto físico, pero los partidos por momentos se convertían en algo a medio camino entre la lucha libre y el Rollerball, sobre todo cuando intentábamos asomar la cabeza en la zona defensiva contraria.

La opción Open Ice Control pretende ponerle solución y acabar con los Hulks Hogans de turno. La idea es que haya más espacio para mover la pelota, buscar disparos y ampliar las opciones en ataque. Así, EA promete la posibilidad de mantener el control de un jugador una vez lanzado un pase para, por ejemplo, buscar la ‘pared’, el desmarque o la pantalla por delante del portero. Es más, según el equipo de desarrollo, otro botón nos permitirá pedir ayuda en ataque o en defensa, algo muy útil para hacerle, por ejemplo, un dos contra uno a Joe Sakic cuando juguemos contra los Colorado Avalanche.

 Otras innovaciones, como el hecho que los jugadores desmarcados nos soliciten el pase haciendo chocar su stick contra el hielo, dejan a las claras el grado de realismo que EA quiere conseguir en su nueva entrega, si bien ante semejante despliegue de teclas ya podemos ir pensando en un pad o en un implante de dedos.

En lo que no va a cambiar la nueva entrega del decano de los juegos de hockey sobre hielo será en opciones. La Dynasty Mode, que tan buena acogida tuvo en el invierno pasado, se va a mantener, si bien se va tratar de mejorar la siempre tensa interacción entre el General Manager del equipo y el propietario de la franquicia.

Eso sí, en esta nueva entrega se van a potenciar los toques de rol o manager incidiendo en los efectos que la edad tiene en los castigados cuerpos de los jugadores sobre hielo. La idea es que cada a jugador se va a comportar de un modo único y diferente según sean sus estadísticas.

 Así, un defensa bestia tipo Brian Leetch placará con más efectividad que un delantero, quien con el mismo botón reaccionará de manera opuesta y tratará de robar el puck con el stick. Desde EA se asegura que, incluso, a medida que los jugadores se hagan mayores y pierdan velocidad, como Lemieux, cambiarán su estilo de juego.

Otro de los puntos fuertes en los que ha trabajado el equipo de NHL 2005, que tendrá en Markus Naslund (Vancouver Canucks) su chico de portada, es en la Copa del Mundo de este deporte. Sin duda, una buena manera de ampliar horizontes y demostrar que los norteamericanos también tienen en cuenta a sus jugadores (y clientes potenciales, porqué no decirlo) del resto del mundo.

Si a todo ello le añadimos los espectaculares gráficos de la saga, las 30 franquicias de la NHL, 39 equipos de la liga Sueca, Finlandesa y Alemana, además de 21 selecciones nacionales, tendremos otra de aquellas entregas indispensables para sus fans y apetecibles para los que están cansados de darle patadas a un balón. ¡La de cosas que podemos hacer con unas cuchillas (en los pies), un palo (en las manos) y una pastilla (en el hielo)!

Fuente de información: Meristation